19 mar 2008

Cerrar Puertas

Siempre es preciso saber cuándo se acaba una etapa de la vida. Si insistes en permanecer en ella más allá del tiempo necesario, pierdes la alegría y el sentido del resto. Cerrando círculos, o cerrando puertas, o cerrando capítulos, como quieras llamarlo. Lo importante es poder cerrarlos, y dejar ir momentos de la vida que se van clausurando.

¿Terminó tu trabajo?, ¿Se acabó tu relación?, ¿Ya no vives más en esa casa?, ¿Debes irte de viaje?, ¿La relación se acabó? Puedes pasarte mucho tiempo de tu presente "revolcándote" en los por qués, en devolver el cassette y tratar de entender por qué sucedió tal o cual hecho. El desgaste va a ser infinito, porque en la vida, tú, yo, tu amigo, tus hijos, tus hermanos, todos y todas estamos encaminados hacia ir cerrando capítulos, ir dando vuelta a la hoja, a terminar con etapas, o con momentos de la vida y seguir adelante.

No podemos estar en el presente añorando el pasado. Ni siquiera preguntándonos porqué. Lo que sucedió, sucedió, y hay que soltarlo, hay que desprenderse. No podemos ser niños eternos, ni adolescentes tardíos, ni empleados de empresas inexistentes, ni tener vínculos con quien no quiere estar vinculado a nosotros. ¡Los hechos pasan y hay que dejarlos ir! Por eso, a veces es tan importante destruir recuerdos, regalar presentes, cambiar de casa, romper papeles, tirar documentos, y vender o regalar libros.

Los cambios externos pueden simbolizar procesos interiores de superación. Dejar ir, soltar, desprenderse. En la vida nadie juega con las cartas marcadas, y hay que aprender a perder y a ganar. Hay que dejar ir, hay que dar vuelta a la hoja, hay que vivir sólo lo que tenemos en el presente.

El pasado ya pasó. No esperes que te lo devuelvan, no esperes que te reconozcan, no esperes que alguna vez se den cuenta de quién eres tú. Suelta el resentimiento. El prender "tu televisor personal" para darle y darle al asunto, lo único que consigue es dañarte mentalmente, envenenarte, y amargarte.

La vida está para adelante, nunca para atrás. Si andas por la vida dejando "puertas abiertas", por si acaso, nunca podrás desprenderte ni vivir lo de hoy con satisfacción. ¿Noviazgos o amistades que no clausuran?, ¿Posibilidades de regresar? (¿a qué?), ¿Necesidad de aclaraciones?, ¿Palabras que no se dijeron?, ¿Silencios que lo invadieron? Si puedes enfrentarlos ya y ahora, hazlo, si no, déjalos ir, cierra capítulos. Dite a ti mismo que no, que no vuelven. Pero no por orgullo ni soberbia, sino, porque tú ya no encajas allí en ese lugar, en ese corazón, en esa habitación, en esa casa, en esa oficina, en ese oficio.

Tú ya no eres el mismo que fuiste hace dos días, hace tres meses, hace un año. Por lo tanto, no hay nada a qué volver. Cierra la puerta, da vuelta a la hoja, cierra el círculo. Ni tú serás el mismo, ni el entorno al que regresas será igual, porque en la vida nada se queda quieto, nada es estático. Es salud mental, amor por ti mismo, desprender lo que ya no está en tu vida.

Recuerda que nada ni nadie es indispensable. Ni una persona, ni un lugar, ni un trabajo. Nada es vital para vivir porque cuando tú viniste a este mundo, llegaste sin ese adhesivo. Por lo tanto, es costumbre vivir pegado a él, y es un trabajo personal aprender a vivir sin él, sin el adhesivo humano o físico que hoy te duele dejar ir.

Es un proceso de aprender a desprenderse y, humanamente se puede lograr, porque te repito: nada ni nadie nos es indispensable. Sólo es costumbre, apego, necesidad. Pero cierra, clausura, limpia, tira, oxigena, despréndete, sacúdete, suéltate.

Hay muchas palabras para significar salud mental y cualquiera que sea la que escojas, te ayudará definitivamente a seguir para adelante con tranquilidad. ¡Esa es la vida!

Paulo Coelho






Las veces que escuché o bien me toco leer este pensamiento me ponía a reflexionar y estaba de acuerdo en muchas cosas pero en otras tantas decía "no es tan fácil" y quizás no lo sea, lo que sé hoy es que eso depende de nosotros, somos nosotros quienes nos ponemos trabas y nos rehusamos a decir adiós, quizás por miedo, por comodidad, quién sabe!

Desprenderse de las cosas(o personas) más importantes cuesta trabajo, pero cuando esto empieza a lastimar es lo mejor que podemos hacer ¿no?... después de todo, superar no significa olvidar, sólo aprender a vivir con su recuerdo sin que este duela.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Quien sabe hasta cuando es suficiente? la pregunats del final simpre me las hago peor uno deveria saber que las etapas son etapas y termina. un saludo niña besos

LUZ DE LUNA dijo...

Te agradezco tu visita y las palabras tan dulces que dejaste en mi rinconcito.
Que real es este escrito, a mi ahora no me han funcionado las cosas tan bien y estoy viviendo los recuerdos (como pudiste darte cuenta en los post) y me duelen, se que pasarán pero estoy en el proceso de hacerlos recuerdos asi nada más, sin q duelan, pero por ahora no lo he logrado.
Me gustaría poner ese escrito en mi rincon, tengo mucha gente asi como yo que necesitamos leerlo, asi que si me autorizas "copiarlo" lo haré.
Un abrazo amiguita linda

Said dijo...

Acá creo que cabe:

"¿Un paso atrás? Ni para agarrar vuelo"

Saludos.

Viridiana* dijo...

el autor me es familia :p... y el pensamiento uff todo una verdad universal (ja yo y mis verdades xD, pero es cierto, sobre todo esa parte de dejar el pasado atras me recuerda un frase una cancion la cual dice "el pasado a pasado, y por nada hay que hacer" si creo que era algo esos chicos de eskorbuto aveces escriban bien.

bien dices que es dificil dejar atras esas cosas o personas que un dia significaron mucho en nuestras vidas y que ahora nos nos permiten dar el siguiente paso. Pero todo esta en la voluntad, en lo que nosotros queremos lograr, pienso que si queremos dejar atras todo eso lo podemos hacer, como dice otra cancion "de ti depende"