Hoy...

Y hoy no quiero ser fuerte, esta noche quiero llorar, quiero ser la persona más débil que pudiese existir, quiero que este dolor llegue al punto en el que me impida sentir algo más.
Dos semanas, ¿necesitaste realmente dos semanas para acercarte?, maldita sea... ¿acaso soy yo que no logro entenderte, o es que realmente eres tu quien falla? perdonar, abrir la puerta, permitir sanar esas heridas hechas, nooooo!! ya no, no te entiendo, no sé que es lo que quieres, no sé por qué me dueles, no sé porque me siento tan frustrada al no poder descifrar que es lo que intentas decirme con todas tus malditas palabras triviales.

Te extrañe tanto y no estuviste ahí, tuve que agarrar fuerzas de las de reserva para no darme el lujo de verme caer, no por algo tan simple y no te odio, no te detesto, no es que haya dejado de quererte, no es que ya no seas más mi amigo, no es nada de eso te lo juro! es sólo que es triste ver hasta donde ha llegado todo y es bobo, porque llevo grabadas las sonrisas, las muecas, las miradas, las palabras y nadie, absolutamente nadie ha sido capaz de jugar conmigo como tu, nadie entiende de que se trata, nadie es capaz de seguirme el ritmo, un juego tonto que nos mantenía entretenidos, un juego de canciones que nadie logra comprender. Hoy precisamente me hiciste falta en el, los demás son demasiado estupidos como para poder con eso.

Y no me siento mal sólo por ti, no... tu sólo eres una gotita más de las que llenan mi vaso, esas que provocan el querer sentir pena por mi, el querer sentir esa necesidad de ser compadecida, de que me vean como la pobre Lidia, estoy cansada, estoy exhausta de que me hablen de cuanto admiran mi forma de ser, de cuanto desearían ser tan fuertes como lo he sido yo, el tener el valor que he tenido para salir de todo... hoy no quiero ser eso... hoy quiero ser todo lo contrario, hoy quiero no tener nada de esto, simplemente sentirme como una persona normal, quiero llorar como los demás, lamentarme como los demás, admirar a los demás y todas esas cosas que hacen.