Paso un año y sigo aquí atada al pasado, no sé exactamente el porque, quizás es demasiado lo que me gusta el dolor, no importa... llegué al último de mis recuerdos... la última fecha de importancia y de hecho la más significativa.
Se habla bastante de mi buena memoria y la verdad es que a veces no sé si esto sea bueno o malo, cabe mencionar que no hay nada de lo que me arrepienta, simplemente existen cosas que ahora lastiman, decir adiós jamás ha resultado fácil, en especial para mi cuando es igual de difícil decir un “bienvenido”.
Hay tantas cosas que quisiera decir y no tienen caso, he descubierto con los años que quedarte callado te hace daño, pero hablar... a veces puede dañar a los demás. Creo que sólo yo sé todo lo que siento en estos momentos, un poco de tristeza, ganas de llorar, mezcladas con la alegría de poder recordar.
Bien, quizás octubre no sea un lindo mes, pero para mi hace un año lo fue... exactamente día 23... lo llevo en mi memoria como si acabase de pasar apenas unas cuantas horas atrás y es que fueron tantas cosas... ese día se perdió todo... desaparecieron las dudas, se esfumo el miedo, la confianza era plena y en este mundo éramos sólo tu y yo.
Me gustaba eso, cuando no había que preocuparse por los demás, cuando podía desconectarme de la verdad por unos cuantos minutos y ser totalmente feliz y quizás ese día fue el mejor de mi vida, porque supe que actuaba tal como quería, hacía lo que quería y sobretodo sabía que no me arrepentiría jamás, si fue como yo lo soñé, porque lo especial lo hace uno mismo.
Me enamore como una idiota ¿y por qué no? Era algo que me llenaba al 100%, sonrío al recordar todas aquellas ocasiones especiales aunque en este presente no tengan validez más que la que mi corazón le proporciona.
El principio del final... aquella reconciliación que marco también el adiós que se veía venir desde el momento en que el sueño empezó, quizás nunca debió haber pasado, quizás se hicieron muchas cosas que no estaban bien, quizás fuimos en contra de todo y rompimos mil reglas, pero fue precisamente eso lo que me hizo encontrar lo que siempre soñé.
Y tal vez no debería estar escribiendo todo esto, puede ser que sea sólo devolverme lo que he avanzado, pero esta es mi realidad, esto es lo que soy y es todo aquello que yo siento y perdón por aquellas personas a las que pueda dañar por seguir guardando todas estas cosas, pero igual a pesar de todo sigo siendo una niña, aquella que vivía en los cuentos de hadas, aquella que creía en un mundo color de rosa donde yo era la protagonista y por lo cual merecía un final feliz.
Sin embargo, la vida real no es igual, de golpe tuve que despertar y dolió, vaya que dolió dejar ir todo aquello que había conseguido, aquello a lo que con tanto cariño me aferraba, en mi cuento había castillos, las nubes eran de algodón, yo era una princesa y vivía feliz, poco o mucho tenía todo lo que necesitaba, aquella persona que con tan sólo estar cerca te hacía temblar, que con el sólo roce de sus labios te hiciera caer rendida a sus pies, que con un simple abrazo te demostrara que no había nada ahí afuera mejor que eso.
Esa, era la vida que yo tenía, ese era mi cuento... y en el llore, reí, conocí parte de mi que no tenia idea existiera, aprendí a quererme y a aceptarme tal cual soy, me sentía invencible y la mujer más hermosa de este mundo, sonreía con tantas ganas que había olvidado lo que era fingir. Pero la burbuja reventó... y con esto se fueron mis sueños, mi alegría, esos brazos que me protegían, esos besos y mi todo.
Y estoy de pie porque lo prometí, porque debo seguir a pesar de todo, porque seguro habrá algo más en mi camino, sin embargo... un sueño jamás vuelve a ser igual, siempre hay algo diferente, será misma protagonista... pero quizás ya no existan dragones, ni nubes de algodón, quizás no sea una princesa, pero igual seré yo. Quién lo diría... ese que debía quedar como un mal sueño y nada más... se convertiría en el más hermoso de todos.
Los sueños se cumplen, ahora no me queda la menos duda de eso... es sólo que, no se puede dormir por siempre!
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